La mañana llegó y con ella el abad, que aunque no era domingo, quería enterarse de las novedades…esta vez no venia solo, una joven criada lo acompañaba, una dulce chica morena de larga melena, pequeña y menuda que sus padres habían puesto al cuidado de la iglesia y la iglesia del abad.
Se veía que la joven no estaba nada de acuerdo con esa decisión y su cara de enfado y pocos amigos la delataban.
Habían retirado el cuerpo del brujo, depositándolo al lado del fantasma.
El abad se reunió con el rey y el alguacil, que lo pusieron al tanto de todo lo ocurrido, mientras la joven ayudaba al cocinero con el almuerzo y las doncellas se ocupaban de los ajuares del castillo.
La picara muchacha no dejaba de mirar el culo al cocinero (me da a mí que a esta no la entregaron para servir a la iglesia, sino para que dejara de servirse ella misma…)
El cocinero, tonto no era y se daba cuenta, así que aprovecho que iba a la despensa, para hacerle un gesto cómplice a la joven, la cual no dudo en seguirlo, mientras las doncellas dejaban las sabanas que tanto lavaban de tanto uso, pero sin perder detalle de lo que parecía iba a suceder, entre cuchicheos y risas y los seguían intentando no ser vistas.
Ya en la despensa, el cocinero agarro desde atrás a la muchacha y comenzó a mordisquearle el cuello, ella ponía cara de satisfacción mientras intentaba soltarse tratando de hacerse la estrecha, mientras su mano se deslizaba hacia el ya abultado paquete del varón…las doncellas no perdían detalle, sintiéndose como una extraña calentura las iba recorriendo.
Mientras los dos estaban ya en plena faena, así, de pie contra la pared de la despensa y sin percatarse de que eran observados, las doncellas, sin darse cuenta, presas de su excitación, se sobaban entre ellas…el alguacil entró en la cocina y viendo tal cosa, sin hacer ruido se puso detrás de una de las doncellas, le subió el vestido y ella se dejo hacer, mientras las otras dos, ya mas desinhibidas se besaban…pero como detrás entro el heredero, no tardo en unirse a la fiesta, dejándose llevar por las dos doncellas…el cocinero se dio cuenta, entre los suspiros y jadeos… una ya le parecía poco, así que sin soltar a la muchacha, se fue acercando al resto, la orgía estaba montada y todos se fueron pasando a todas y todas se fueron pasando por todos…
Más tarde, ya todos calmados y más relajados se reunieron en el salón del trono, los monarcas querían darle a la princesa que cobijaban una cena de bienvenida, pero ella seguía sin querer salir de los aposentos… así que hicieron la cena sin ella, eso sí, tranquila, que había muertos ya difuntos por el medio.
Todo discurría con normalidad cuando… ohhhhhh!!!! Noooo!!!!
Otro y van tres...otro grito recorrió de nuevo el castillo…
Quien seria esta vez??
Se miraron unos a otro intentando adivinar quién faltaba.
En la mesa…los reyes, la princesa, el heredero, el alguacil, el abad y los dos caballeros…
Sería la princesa custodiada??
Seria alguien del servicio??
Todos corrieron hacia donde parecía venir el grito…y lo que vieron les estremeció de nuevo…como podía ser!!!
EL BUFÓN REALLLLL ¡!
Tendido en el suelo del jardín, sobre un gran charco de sangre…agonizaba.
El alguacil se agacho a su lado, con la esperanza de que sus últimas palabras descubrieran al cruel asesino…
Pero lo único que pudo murmurar fue…
Cabrón, tíratelas por mi!!… y sus bufonadas se apagaron para siempre.
Pero quien??
Porque??
Habría descubierto algo??
El alguacil ya no pudo mas, su cara de enfado lo delataba, miro hacia los presentes y alzando la voz dijo…
-Tirar para dentro que esto lo soluciono ahora mismo, se acabo tanto mamoneo.
Todos entraron sin rechistar, solo dejo tranquila a la princesa que seguía en su alcoba y ni el grito hizo que saliera.
Los reunió en el comedor, donde estaban el fantasma y el brujo y mando a los caballeros que trajeran también al bufón…
Vaya panorama, parecía un baile de Halloween en horizontal, un fantasma, un brujo y un bufón ensangrentado…solo faltaba Drácula.
Continuará...
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