Se viste apresurada, un chandal ajustado, zapatillas a juego, se recoge el pelo de cualquier manera y sale a correr por el precioso y solitario paseo...unos cuantos kilómetros, mucho sudor y a la ducha.
Se toma algo ligero, escucha los mensajes en el contestador y mira el correo en su IPhone.
Ahora si se arregla con esmero, una buena crema hidratante para su piel bronceada de solarium, piel depilada a conciencia...su larga melena acabada en unos rizos marcados con las caras planchas de porcelana y un maquillaje muy tenue, suave, pero resaltando sus rasgos y sobre todo sus preciosos y tristes ojos grises.Un armario repleto de trajes y vestidos caros, todos perfectamente colocados con sus complementos, zapatos, botas y botines a juego y bolsos de todos los colores y formas...nada parece estar fuera de lugar, como si una tienda de moda se tratara.
Esta vez se decanta por lo elegante y femenino...una falda tubo negra, justo por encima de la rodilla, nada exagerada, camisa de seda blanca, en la que deja ver su escote sin cerrar dos botones, parece que cualquier ligero movimiento deje ver su preciosa ropa interior de encaje blanca, pero no, todo está estudiado y todo se intuye sin verse lo mas mínimo...provocativa a la vez que discreta....zapatos de corte salón negros, con tacón de aguja, medias de color carne, tan finas que casi no se perciben, blasier negra con una linea blanca en puños y cuello, cartera de mano negra a juego con los zapatos, tamaño ideal para ir perfecta, pero con todo lo necesario, sin olvidar el maletín que siempre la acompaña, pero que nunca sale del coche.Se mira al espejo, se ve guapa..repasa una vez mas su agenda, 6 citas por delante, itinerarios..no olvida nada y se pone en marcha.
Sale directamente por el garaje de su espectacular edificio de apartamentos, en su menos flamante Mercedes
negro que parece diseñado especialmente para ella..va con el tiempo justo, pero sin prisas, es puntual, pero no apresurada y eso le encanta.
Ya son las 9:30, su primera cita la espera, un lujoso hotel de la zona centro, entra sin sin llamar la atención de nadie...habitación 215, llama suavemente a la puerta y la recibe un trajeado hombre de edad madura, un saludo escueto con una sonrisa y entra...
Hora y media mas tarde la reunión acaba..le espera su segunda cita, esta vez en un, no menos lujos chalet de la misma zona...
Cuatro citas mas y ya son las 5, su jornada acaba por fin...un buen baño, no sin antes comprobar la agenda de la jornada siguiente...ufff!!!! muy dura, 8 citas y ya son las 6, de vuelta a su fría y solitaria cama.
Pero sabe que ya queda menos, para ese día deseado, ese día para ella, sin citas, sin agenda, sin lujos..un rato de gim, comida con mama, unas cañas con las amigas de siempre, donde se contaran como ha sido la semana y como siempre ella dirá..Lo aburrida que es la vida de secretaria y la mala suerte que tiene con los hombres.
